En menos de 24 horas, dos personas, completamente distintas, pusieron palabras en mi boca que nunca dije. Tengo miedo. Sí, y mucho.
No sé porqué, el quilombo me persigue. Tengo un imán para verme, de la nada, envuelta en un bardo con el que nada que ver.
Vengo a ser una especie de drama queen, pero mucho menos top, no forrada en guita, y sin la ausencia de materia gris que caracteriza a estos especímenes en las tan conocidas películas americanas...
Quizás tenga que aceptar que por ser siempre la segunda, el drama va a estar esperándome a la vuelta de la esquina... y convivir con eso...
Y acá empieza la historia de la segunda... una historia llena de puteríos, hombres, primeras, y hasta terceras...
Espero sea de su entretenimiento...
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